Sumérjase en el encanto de los pueblos del Empordà, donde la historia medieval, la arquitectura milenaria y los paisajes naturales se encuentran en la Costa Brava. Desde Castelló d'Empúries hasta Cadaqués, cada rincón ofrece una experiencia única entre el mar y la montaña, ideal para explorar cultura, historia y naturaleza.
La comarca del Empordà alberga algunos de los pueblos más bellos de la Costa Brava. En esta región encontrará historias centenarias, paisajes que enamoran y un sinfín de rincones por descubrir.
Castelló d'Empúries es un encantador pueblo medieval que conserva la esencia de sus calles empedradas y monumentos históricos, como la majestuosa Basílica de Santa María.
En este entorno, repleto de historia y tradición, se encuentra el Hotel Restaurant Empòrium, un alojamiento que ofrece una experiencia auténtica y cercana al corazón del Empordà. Desde aquí, los visitantes pueden explorar el casco antiguo, adentrarse en el Parque Natural de los Aiguamolls y disfrutar de la rica oferta cultural y natural de la zona.
Encaramado en una colina, el pueblo de Pals destaca por sus calles empedradas y su icónica Torre de las Horas, desde donde se pueden admirar vistas espectaculares del Empordà.
Este pueblo medieval es perfecto para una vivir una auténtica inmersión en la historia, con una arquitectura que te transportará a otra época.
Peralada es un municipio conocido por su castillo y su casino de renombre internacional.
Acompañado de bodegas de cava, este pueblo es un destino excepcional para quienes buscan historia y experiencias únicas, como las catas en las bodegas tradicionales y los festivales de verano en el castillo.
¡Venga a descubrirlos!
Cadaqués es un encantador pueblo pesquero que, además de sus bellas playas y calles laberínticas, alberga la Casa-Museo de Salvador Dalí en Portlligat. Es un lugar donde la inspiración y el arte se mezclan con la serenidad del mar Mediterráneo.
Acérquese a descubrir el que muchos consideran el pueblo más bonito de la Costa Brava.
Rodeado de impresionantes calas y conocido por sus coloridos barrios coloniales, Begur es ideal para explorar el mar Mediterráneo en un entorno cultural.
Las diferentes playas y calas de Begur son perfectas para practicar snorkel o simplemente disfrutar de su belleza natural. ¡Descúbrelas!
Torroella de Montgrí es un pueblo lleno de historia, con su castillo en lo alto del macizo del Montgrí como símbolo de protección de la región.
Esta población ampurdanesa combina el atractivo medieval con senderos de montaña, ideales para los amantes del senderismo y la naturaleza.
Calella de Palafrugell es uno de los pueblos más pintorescos de la Costa Brava, famoso por sus playas de arena blanca, el colorido de sus casas blancas y la esencia marinera que impregna cada rincón. Sus callejuelas y su litoral invitan a pasear, disfrutar del ambiente y relajarse en sus pequeñas calas, algunas de las más hermosas de la región.
Este antiguo pueblo de pescadores combina tradición y belleza, y su atmósfera única lo convierte en una visita imperdible.
No se pierda el Jardín Botánico de Cap Roig, donde naturaleza, arte y mar se unen en un entorno privilegiado.
Llafranc, un pequeño núcleo costero del Empordà, es sinónimo de tranquilidad y belleza mediterránea. Con su puerto pintoresco, aguas cristalinas y el característico paseo marítimo flanqueado por palmeras, este pueblo es ideal para quienes buscan disfrutar de un entorno relajante y auténtico. Su bahía protegida es perfecta para nadar y practicar deportes náuticos, mientras que sus bares y restaurantes con vistas al mar ofrecen una exquisita muestra de la gastronomía local. Entre sus rincones más destacados está el Faro de Sant Sebastià, un mirador natural con vistas espectaculares del litoral.