El Empordà alberga rincones únicos que cautivan con su belleza natural y su riqueza cultural. Desde playas escondidas y rutas de senderismo hasta monumentos históricos y reservas naturales, cada parada ofrece una experiencia especial.
Aquí le llevamos a descubrir los lugares que hacen de esta región un destino incomparable. ¿Nos acompaña?
Explore la singularidad de cada rincón del Empordà. Desde paisajes naturales sorprendentes hasta sitios culturales que reflejan siglos de historia... ¡cada espacio tiene un encanto propio!
Las playas y caminos de ronda del Empordà permiten disfrutar de paisajes costeros inigualables, donde las calas escondidas y playas cristalinas se alternan con senderos naturales junto al mar.
Caminar por estos caminos es una experiencia única, que ofrece panorámicas de acantilados y vegetación mediterránea. En verano, estos rincones se convierten en una parada obligada para los amantes del mar y el senderismo.
El Parque Natural de los Aiguamolls del Empordà es un paraíso para los amantes de la naturaleza, con sus lagunas y marismas que atraen a diversas especies de aves migratorias. Este espacio protegido es ideal para practicar senderismo, hacer rutas de observación de fauna y flora, y disfrutar de la tranquilidad de un entorno natural único. Los miradores y rutas señalizadas permiten una experiencia completa de avistamiento.
El Cap de Creus, con sus paisajes rocosos y vistas espectaculares sobre el mar, es uno de los lugares más especiales del Empordà.
Situado en el punto más oriental de la península ibérica, ofrece rutas de senderismo por acantilados y formaciones rocosas de formas sorprendentes.
Este paraje es ideal para disfrutar de la naturaleza virgen y de la serenidad que caracteriza a este rincón.
El Monasterio de Sant Pere de Rodes es un tesoro arquitectónico que domina el paisaje desde la cima de la sierra de Rodes.
Este monasterio benedictino del siglo IX no solo impresiona por su historia y su arquitectura románica, sino también por las vistas panorámicas que ofrece del Golfo de Roses y el Cap de Creus. Es un lugar que combina espiritualidad, historia y naturaleza de forma única.
El Triángulo Daliniano conecta tres lugares esenciales en la vida y obra de Salvador Dalí: el Castillo de Púbol, el Museo Dalí en Figueres y la Casa de Portlligat. Cada uno revela aspectos únicos del surrealismo y de la personalidad del artista. El Castillo de Púbol, antigua residencia de Gala, musa de Dalí, es un museo que conserva el espíritu surrealista del artista y piezas de su época. En Figueres, el Museo Dalí—concebido por el propio pintor—presenta un mundo artístico que desafía la realidad, imprescindible para los amantes del arte. Finalmente, la Casa de Portlligat, en la costa de Cadaqués, fue el hogar y estudio de Dalí, un lugar íntimo lleno de detalles y vistas al Mediterráneo que influyeron en su obra.
Este recorrido invita a sumergirse en la vida y obra del célebre artista, explorando los lugares que marcaron su creatividad y estilo único. Cada visita revela una faceta especial de Dalí y permite conocer de cerca su mundo surrealista y su vínculo con el Empordà.
Las Islas Medas son un paraíso para el buceo, con una reserva marina de gran biodiversidad y aguas cristalinas.
Estas pequeñas islas en la costa de L'Estartit albergan especies marinas protegidas y fondos submarinos sorprendentes, ideales para el buceo y el esnórquel. Gracias a la protección de sus aguas, es uno de los mejores destinos para sumergirse y descubrir la vida marina del Mediterráneo.